Esta casa de turismo rural, cuya construcción data del siglo XVIII, ha sido recientemente restaurada, respetando todos los materiales tradicionales como tapial, sillares, teja árabe, baldosas de barro, ladrillos hidráulicos o vigas de maderas. También se han consolidado, para proceder a una restauración, una serie de pinturas murales que recubren parte de sus muros. Desde unas flores modernistas, cenefas art-decó, colgaduras neobarrocas o paisajes.

En toda la casa hemos buscado mantener el gusto por lo añejo aprovechando muebles y objetos de la familia y otros adquiridos en anticuarios y almonedas, a los que se les ha hecho una cuidadosa restauración.

Es una casa amplia, con más de trescientos metros cuadrados distribuidos en planta baja, primer piso y patios. En la planta baja además de tres de los dormitorios, encontramos la sala, el salón comedor, la cocina y dos cuartos de baño. En la planta superior, tres dormitorios y dos cuartos de baño.

Además, posee dos patios, uno recoleto con un porche sobre el pozo donde un desayuno a la sombra hace las delicias de quien busca la relajación ante un libro o escuchando el trino de los pájaros. El otro patio tiene un pequeño jardín, una zona de juegos para niños y una chimenea-barbacoa cubierta.

Casa Rural Doña Sara

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